A partir de una política de contención de los aumentos salariales y de las necesidades que tienen los distintos sindicatos de acompañar el proceso inflacionario, el Ministerio de Trabajo de la Nación viene sistemáticamente desarrollando un sistema de trabas burocráticas.
Con el pedido excesivo de datos de los paritarios, de las dos partes, de datos accesorios, que antiguamente se completaban posteriormente. Un mes de atraso significa un robo de derechos nos decía un gremialista de servicios.
Esta metodología sutil, que se viene repitiendo en el último mes va en contra de la voluntad de las partes, como reza el código vigente. Recordemos que el gobierno quería poner el tope en el 18%. Cosa que se les fue de las manos.
Nosotros acordamos con la patronal, y el ministerio esta solo para homologar el acuerdo, nos tiene como rehenes pidiendonos datos. La realidad es que esto repercute en el ánimo de los sindicatos y la incertidumbre de los empleadores a la hora de liquidar, porque los logros se anuncian, pero el sistema confunde.
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