El paro de veinticuatro horas, al que llamaron conjuntamente las dos centrales sindicales mayoritarias, Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), se produce cuando todavía no se han cumplido los cien primeros días del Ejecutivo de centroderecha.
Con la convocatoria, los sindicatos quieren manifestar el rechazo a la nueva legislación laboral aprobada el pasado 10 de febrero y que ven perjudicial para los derechos de los trabajadores porque consideran que abarata el despido y no servirá para crear nuevos empleos en un país que tiene 5,2 millones de desempleados, el 23 por ciento de la población activa.
El Ejecutivo argumenta este récord del desempleo es la razón principal por la que es necesaria la reforma, con la que busca flexibilizar el mercado de trabajo y dinamizar la generación de empleo.
Los dos ministros económicos del Ejecutivo, Luis de Guindos (Economía y competitividad) y Cristóbal Montoro (Hacienda), advirtieron hoy de que sea un éxito o no la huelga general, el Ejecutivo no modificará la reforma.
En las horas previas a la huelga, los dirigentes sindicales auguraron que la huelga será un éxito, mientras que el Gobierno recalcó que no cambiará sus planes.
Las compañías aéreas anunciaron la cancelación durante la jornada del jueves más de 760 vuelos en los aeropuertos españoles.
Según el acuerdo de servicios mínimos alcanzado entre los sindicatos mayoritarios y el Gobierno, funcionará el 20 por ciento de los vuelos con destinos del Espacio Económico Europeo y el 40 por ciento del resto de trayectos internacionales.
En el transporte ferroviario circularán el 20 por ciento de los trenes de alta velocidad, un tercio de los de cercanías y no circularán trenes de larga y media distancia, lo que supondrá la cancelación de unos 600 convoyes.
En Madrid capital la policía aseguró la entrada de camiones al mercado de abastos Mercamadrid, entre los piquetes concentrados a las puertas.
La convocatoria de la huelga se produce cuando no se han cumplido aún los primeros cien días del gobierno de Rajoy, que ha concentrado sus primeras decisiones en medidas para reducir el déficit público y dejarlo este año en el 5,3 por ciento del PIB como exige la Unión Europea, en el horizonte de que la reducción alcance el 3 por ciento del PIB en 2013.
Para ello tendrá que acometer drásticos recortes que quedarán plasmados en los Presupuestos Generales del Estado, que el Ejecutivo presentará el próximo viernes, y que se sumarán a los ya anunciados.
Esta huelga, la octava en 35 años de la etapa democrática, es la segunda en menos de dos años contra una reforma laboral en España.
La primera tuvo lugar el 29 de septiembre de 2010 contra la primera reforma aprobada por el entonces presidente del Gobierno el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Con la convocatoria, los sindicatos quieren manifestar el rechazo a la nueva legislación laboral aprobada el pasado 10 de febrero y que ven perjudicial para los derechos de los trabajadores porque consideran que abarata el despido y no servirá para crear nuevos empleos en un país que tiene 5,2 millones de desempleados, el 23 por ciento de la población activa.
El Ejecutivo argumenta este récord del desempleo es la razón principal por la que es necesaria la reforma, con la que busca flexibilizar el mercado de trabajo y dinamizar la generación de empleo.
Los dos ministros económicos del Ejecutivo, Luis de Guindos (Economía y competitividad) y Cristóbal Montoro (Hacienda), advirtieron hoy de que sea un éxito o no la huelga general, el Ejecutivo no modificará la reforma.
En las horas previas a la huelga, los dirigentes sindicales auguraron que la huelga será un éxito, mientras que el Gobierno recalcó que no cambiará sus planes.
Las compañías aéreas anunciaron la cancelación durante la jornada del jueves más de 760 vuelos en los aeropuertos españoles.
Según el acuerdo de servicios mínimos alcanzado entre los sindicatos mayoritarios y el Gobierno, funcionará el 20 por ciento de los vuelos con destinos del Espacio Económico Europeo y el 40 por ciento del resto de trayectos internacionales.
En el transporte ferroviario circularán el 20 por ciento de los trenes de alta velocidad, un tercio de los de cercanías y no circularán trenes de larga y media distancia, lo que supondrá la cancelación de unos 600 convoyes.
En Madrid capital la policía aseguró la entrada de camiones al mercado de abastos Mercamadrid, entre los piquetes concentrados a las puertas.
La convocatoria de la huelga se produce cuando no se han cumplido aún los primeros cien días del gobierno de Rajoy, que ha concentrado sus primeras decisiones en medidas para reducir el déficit público y dejarlo este año en el 5,3 por ciento del PIB como exige la Unión Europea, en el horizonte de que la reducción alcance el 3 por ciento del PIB en 2013.
Para ello tendrá que acometer drásticos recortes que quedarán plasmados en los Presupuestos Generales del Estado, que el Ejecutivo presentará el próximo viernes, y que se sumarán a los ya anunciados.
Esta huelga, la octava en 35 años de la etapa democrática, es la segunda en menos de dos años contra una reforma laboral en España.
La primera tuvo lugar el 29 de septiembre de 2010 contra la primera reforma aprobada por el entonces presidente del Gobierno el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.